Cuando Noah salió de la mansión, sus ojos oscuros escanearon el jardín en busca de la mujer que los había dejado más temprano. —¿Ya se habrá ido? —pensó y giró hacia donde su auto había estado estacionado para ver que aún estaba allí.
—¿Se fue en un auto diferente? —se preguntó metiendo las manos en sus bolsillos. Justo en ese momento su chofer se acercó a él, y con una profunda reverencia, el hombre preguntó:
—¿Puedo preparar el auto para nuestra salida, señor? —El hombre preguntó y su jefe desvió la mirada hacia él.
—¿Dónde está mi esposa?
—Ella caminó en esa dirección. —Con una ceja levantada, Noah miró la dirección que el hombre señalaba. Era difícil verla debido a la escasa luz que alcanzaba esa área.
—Prepara el auto. —Tras sus palabras, comenzó a caminar en esa dirección.
No estaba de buen humor. No solo por cómo su familia la había humillado, sino por la razón de su rechazo.
Noah no había planeado que su noche fuera tan caótica, —Qué problemas. —murmuró.
Katherine no podía ocultar su boca. Esa mujer realmente tenía una boca grande, Noah chasqueó la lengua pasando sus delgados dedos por su cabello para que los mechones volvieran a su lugar.
Nunca se había sentido tan frustrado antes. El normalmente les habría callado a todos, pero les había dejado hablar por su esposa. No le importaba si el mundo lo odiaba, pero sí le importaba si ella lo hacía.
Se ha preguntado innumerables veces por qué le importaba tanto una mujer que apenas conocía y ni siquiera él tenía la respuesta. —Es como una droga, —sus sentimientos estaban dispersos cuando se trataba de Anna. Algo fuerte, algo que no había sentido antes.
Pudo haberla pagado esa noche como a cualquier otra mujer, pero le había pedido que se casara con él. Aunque para ahora su abuelo habría organizado más citas a ciegas, incluso si significaba traer mujeres de otros países para conocerlo.
Tenía una razón egoísta para casarse con Anna y ella también.
—Se casó con él por venganza, ¿qué pasa si se va cuando termine? —Noah apretó los dientes ante sus pensamientos. La idea de que ella lo dejara lo irritaba más que nunca. No debería estar pensando en eso cuando él nunca la dejaría ir.
—...No hay mucho que puedas hacer ahora, ya estamos casados —Se encogió de hombros con desgana y se puso de pie de donde estaba sentado ya que parecía que había terminado de hablar con su familia.
Si Noah pensaba que su familia estaba loca, entonces había pensado mal porque la familia de Anna estaba más que loca.
Cada palabra... Cada acción lo empujaba al límite de su resistencia y paciencia. Tomó una respiración profunda y exhaló bruscamente.
—Espera hasta que Anna se entere de la verdad, nunca estará con el hijo del hombre que mató a sus padres .
—¿Hm? —Noah se giró para encontrarse con la mirada de la mujer de la boca grande que estaba en guardia en el momento en que sus ojos se encontraron con los de ella.
—¿De qué estás hablando? —Preguntó el hombre y su hermana se colocó frente a ella en un intento de protegerla. Noah rodó los ojos ante las mujeres dramáticas. Si realmente quisiera hacerles daño, ¿alguna vez pensaron que eran rivales para él?
—Sucedió hace mucho tiempo. Deberías preguntarle a tu padre qué le hizo a Jeremy y Mary Sui hace quince años —El General Sui afirmó con los dientes apretados.
Noah no tenía idea de lo que esta gente estaba hablando. Había hecho una investigación exhaustiva sobre Anna la noche que se casaron y no había ningún informe de que los Sui estuvieran relacionados con su familia. Sabía que los verdaderos padres de Anna estaban muertos, pero ahí terminaba todo.
A medida que Noah caminaba más lejos, notó una pequeña figura parada junto al pequeño puente mirando el lago corriente. Había un gran banco de madera en una esquina y hermosas flores floreciendo alrededor de él.
Como si notara su presencia, Anna se giró para mirarlo. Su corazón se detuvo al verlo. Se mordió el labio inferior para suprimir su emoción creciente. No podía entender por qué se sentía así cada vez que Noah estaba cerca, ¿estaba intimidada o era algo más?
Solo han pasado días desde que conoció a este hombre, no podría tener sentimientos hacia él, ¿verdad? Anna parpadeó alejando sus pensamientos, despejando su mente de tales ideas .
Después de todo lo que Mack hizo, Anna había cerrado su corazón a cualquier otro. Para ella, todos los hombres eran iguales, buscadores de oro pretenciosos. Te aman por un tiempo y luego te descartan como un pedazo de basura.
—¿Estás bien? —la voz preocupada de Noah resonó en sus oídos y ella asintió sin darle una mirada.
No tenía cara para volver a la mansión aunque quisiera hacerlo desesperadamente. Se sentía tan fría, el aire helado mordía profundamente en su piel con cada segundo que pasaba.
Su abuelo la había avergonzado ante este hombre. Noah era la última persona que quería ver en ese momento. Incluso si él pretendía que nada había pasado, algo sí pasó.
—¿Cuánto tiempo planeas quedarte aquí? —su voz era calmada mientras se paraba a su lado.
—Es tarde, ¿cuándo te vas? —ella preguntó finalmente encontrando su mirada.
—¿Todavía te quedas? —Noah frunció el ceño al preguntar. Estaba de alguna manera feliz con la forma en que su familia la trató solo para que ella no se quedara aquí, pero la mente de esta mujer ya estaba decidida.
—Es solo por unos días. Necesito tiempo con mi familia y también para contarles sobre nosotros.
—Ellos ya saben —Noah interrumpió, también colocó sus manos en la barandilla de madera mirando las extensas tierras adelante. No se molestó en mirar su expresión sorprendida.
—¿Tú les dijiste? —Noah asintió ante sus palabras. Iban a forzarla a casarse con alguien más incluso antes que él. De ninguna manera permitiría que eso sucediera. ¿El descaro de ellos de siquiera pensar eso?
Vio que ella tiritaba ligeramente y la cubrió con su abrigo. —No tienes que avergonzarte de lo que dijo tu abuelo —se inclinó para susurrar junto a su oído.
—Yo soy quien lo hizo de todas formas, no creo que eso sea algo malo —la sangre subió a la cara de Anna al recordar esa noche. Estaba agradecida de que no hubiera luz en este lugar, y él no pudiera ver su rostro claramente.
Esa noche fue una noche que no tenía en su memoria y se sentía algo triste. Levantó la mirada hacia Noah para ver sus ojos en ella, mostrando una sonrisa diabólica. Sentía como si disfrutara atormentándola mucho.
Este hombre definitivamente la matará un día. Él era un hombre en un mundo de hombres; las cosas eran fáciles para él. Para los hombres, engañar era normal, pero cuando una mujer es etiquetada como infiel, su reputación queda destruida para siempre.
—Se está haciendo muy tarde, ¿te vas a quedar a pasar la noche? —Anna cambió rápidamente de tema y volvió su mirada al lago corriente.
—Hmm, ¿ya me extrañas? —la voz profunda de Noah era baja, causando un caos inexplicable en su tierno corazón. —Yo... No lo dije de esa manera —se defendió para escucharlo reír con una carcajada.
—Qué linda —dijo él con tono burlón.
—Entonces, ¿no me extrañas?
—Todavía estás aquí, tal vez cuando te vayas.
—Entonces vamos a llevarte a la cama rápidamente para que pueda irme, y entonces me extrañarás —él tomó sus manos y la tiró del puente antes de que Anna pudiera protestar.
—Vendré a buscarte yo mismo en una semana —su tono se volvió serio. Solo le estaba dando una semana con su familia. ¿Quién es él para controlarla? Anna frunció el ceño pensando en eso.
—Tu conferencia de prensa comienza mañana. Y la fiesta es en unos días —añadió.
—¿Por qué mañana? —Anna preguntó encontrándolo difícil seguir sus rápidos pasos. Mientras Noah caminaba con tranquilidad, ella corría.
—Porque has incendiado la red. Tu rival te ha acusado de algo justo como querías y se ha vuelto viral. No te preocupes, cuando llegues tendrás más que suficiente protección —mientras ambas personas caminaban de vuelta hacia la mansión, un auto también llegó a la entrada con Mack saliendo de él.
